En el siguiente vídeo podemos observar el bajo índice de lectura de los niños (en este caso, mexicanos). Parece que el placer por la lectura desaparece básicamente con la educación primaria, es decir, una vez que los docentes "dejan de obligar" a leer libros, los alumnos dejan de hacerlo porque no ven una razón por la que seguir leyendo, ya que no va a haber un profesor que le haga un examen oral o escrito sobre un libro que le han mandado.
El problema de esto, en mi opinión, viene precedida por el tipo de libros que son obligados para leer en el amplio camino de la educación: el canon, el conjunto de obras que, consideradas por su especial valor de modelos de lo literario, se presentan como idóneas para formar literariamente y perfilar la formación del lector competente.
Finalmente, quiero apuntar que nuestra meta como docentes en el campo de la lectura, tiene que ser de guía y búsqueda constante de los gustos e intereses de nuestros alumnos. Si un niño no lee, es que aún no ha encontrado o no le ha sido facilitado el libro adecuado para él.
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