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miércoles, 2 de julio de 2014

La crítica es bella. Cómo analizar los libros para niños


_La crítica es bella. Cómo analizar libros para niños

Ana Garralón

Dónde viven los monstruos


Los adultos modelan el gusto lector de los niños dirigiendo sus lecturas literarias. En este texto se cuestiona si es lícita y adecuada la elección que ellos realizan.
La literatura infantil reporta numerosos beneficios, aunque apenas tiene espacio en los medios de comunicación. Actualmente, se ha propiciado que el libro volviera a tener los objetivos que ya tuvo en siglos pasados: la institución y el aprendizaje, sobrevalorando determinados aspectos que se adecuaban a los planes escolares o a, simplemente, las intenciones pedagógicas del momento.
La elección de libros se realiza mediante criterios económicos, otras desde criterios de desinformación, pedagógicos o morales. Para dicha selección es imprescindible ejercer una crítica fundamentada, teniendo una amplia formación sobre historia de la literatura, también de sociología e historia y pueda entroncar sus observaciones con acontecimientos culturales y hechos sociológicos que le permitirán entender el contexto en el que se integra la obra y acercarse más a las necesidades y gustos de los niños.
Las críticas de los libros infantiles son dirigidas para alumnos, puesto que son ellos los encargados de seleccionar los libros de los niños. Dichas críticas se encargan de recomendar libros o de escribir sobre aquellos que están injustamente de moda, es decir, para dar pautas en la elección personal de cada uno e incitar a leer.
Vamos a buscar un tesoro


El crítico de libros para niños lee y da cuenta de todo lo que se publica, pero esto tiene unas dificultades de espacio, falta de formación e información, exceso de producción y, falta de exigencia y  valoración de los destinatarios. Esto ha producido una situación de invisibilidad, muy bien expuesta por un escritor, Agustín Fernández Paz, donde reclama un poco más de seriedad en la labor de evaluación. De su artículo se desprende la necesidad de una mayor responsabilidad y también detenimiento cuando se lee la obra.
Hay que evaluarlos dependiendo del tipo de libros que sean y la intención que tengan fijándose en las adaptaciones, además de valorar la estructura narrativa y los elementos literarios, el lenguaje que se emplea etc. Para la crítica de los libros es necesario tener en cuenta el análisis ético-axiológico, psicológico, sociológico, historicista y formalista

Para concluir: la literatura para niños necesita espacios de opinión y crítica. En la medida en que éstos existan, se dará una mayor variedad en cuanto a las tendencias y en cuanto a la diversidad de juicios que la crítica sea capaz de generar. Es importante por lo tanto, reclamar estos espacios, crearlos cuando sea posible y darles la mayor difusión posible para que sean instrumentos útiles a todos aquellos que queremos potenciar una literatura infantil de calidad.

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